3:18 a.m

  Las noches son eternas, como el violáceo cielo que se alza sobre la ciudad a esta hora de la madrugada.

 Tengo la certeza que, a la distancia, te encuentro en algún lugar a pesar de los años que nos alejan. Sé que estás observando el mismo cielo que yo, igual de fascinada con su color invernal producto de las nubes tormentosas en el medio de un verano que agoniza. Es casi un lago en el cielo. Sé que esbozas una sonrisa lenta, donde apenas asoman tus dientes.

 Quisiera escribirte mil poemas. 

Cantarte una canción, nuestra canción.       

Quisiera hablarte sobre el amor y la influencia mutua que nos podemos haber legado mientras hablábamos en el bar o en la plaza.

Tengo millones de palabras para vos, pero nunca te encuentro.

- E. Pérez Brunetto